El domingo, en el 0-1 de su equipo, el CDA, ante Rangers, en el Estadio Juan López, cuando el entrenador Gustavo Huerta decidió sacarlo e ingresar a Pablo Lavandeira, la rabia acumulada prácticamente durante un año y medio, salió a flote, con la transmisión del CDF a todo el país como natural testigo acusador.
Fue en el minuto 34. Se sacó la camiseta, la pateo al aire, encaró a la hinchada con gestos obscenos y saltó sobre un letrero publicitario estático, y lo rompió.
Este no deja de ser un matao al que sus "cualidades" futbolisticas le ha hecho vivir por encima de lo que podría si tuviera que dedicarse a trabajar en base a su educación y saber estar.
Sinceramente, si fuese compañero de su equipo, creo que le hubiese pegado. Es una falta de respeto total.
Como aficionado no se lo perdonaría en la vida.
El domingo, en el 0-1 de su equipo, el CDA, ante Rangers, en el Estadio Juan López, cuando el entrenador Gustavo Huerta decidió sacarlo e ingresar a Pablo Lavandeira, la rabia acumulada prácticamente durante un año y medio, salió a flote, con la transmisión del CDF a todo el país como natural testigo acusador.
Fue en el minuto 34. Se sacó la camiseta, la pateo al aire, encaró a la hinchada con gestos obscenos y saltó sobre un letrero publicitario estático, y lo rompió.
Peor es lo que hace Pepe cada vez que se pone una camisa de fútbol y miles de persones hasta lo vitorean. Y encima juega en el segundo mejor equipo del mundo.
Eso no quita para que no me guste lo que hizo el chico este.