Como jugador no tuvo demasiados inconvenientes en su momento para dejar un equipo y emprender una nueva aventura en otro club cuando se le propuso esa posibilidad. Ahora, en su faceta de empresario, también ha puesto ese carácter aventurero con la creación de varios negocios en distintas ramas que por el momento van funcionando pese a la crisis económica gracias a su visión e ingenio.
En unos tiempos en los que no era muy común, Onofre del Rosario Oliva (Gáldar, 9 de febrero de 1967), tuvo arrestos e iniciativa suficientes para marcharse a la Península, después de haber defendido los colores de la Unión Deportiva Las Palmas a mediados y finales de la década de los 80, equipo con el que jugó en Primera División y donde vivió su máximo esplendor futbolístico durante tres temporadas.
Después dejó dosis de su buen juego en el CD Málaga, también en la máxima categoría, equipo al que se fue previo pago "de un traspaso de 60 millones de la época que fueron a las arcas amarillas, que aún hoy en día es dinero, imagínese hace 20 años", recuerda.
Tras la desaparición del equipo malagueño marcha al Granada, Almería, para concluir en la UD Gáldar, en Segunda División B , y en el Guadix granadino. Una dilatada carrera en el mundo del fútbol que supo estirar al máximo y ofreciendo un buen rendimiento.
Onofre surgió en el seno de una familia de futbolistas del noroeste de Gran Canaria y sentó cátedra junto con su hermano Sigfrido, un extremo eléctrico que sigue vinculado estrechamente al fútbol de la comarca, prestando sus servicios en el CD San Isidro.
AJENO AL FÚTBOL. Sin embargo, la vida de Onofre del Rosario ha ido por otros derroteros ajenos al fútbol. Se estableció en Granada en su etapa de futbolista en activo y allí ha construido su vida, siempre recordando el fútbol, pero centrándose en sus negocios.
En Granada, Onofre, junto a su esposa granadina e hijo, de seis años, "que ya da sus primeras patadas al balón, con buen criterio por cierto, y es que de casta le viene al galgo" relata divertido, Onofre es propietario de varios negocios, una tienda de ropa Oggy Todo a 2 euros, ropa, complementos, bisutería y un largo etcétera. Calidad a buen precio, que en tiempos de crisis nunca viene mal y un salón de estética especializado en manicura femenina y en uñas de porcelana y gel para señoras.
En los últimos tiempos Onofre ha estado enfrascado de lleno en la apertura del local de su tienda Oggy, una cadena de tiendas de moda femenina que basa su éxito en la mejor relación calidad moda y precio. Ello le permite competir en condiciones frente a las grandes cadenas textiles, algo que no se le ha escapado a Onofre, que ha visto una buena manera de inversión a la hora de apostar por dicha franquicia, que se está extendiendo por la comunidad de Andalucía.
"Son tiempos difíciles", comenta, "y por eso tenemos que ofrecer algo realmente nuevo y atractivo. El tema del todo los complementos y bisutería a dos euros parece que está teniendo mucho gancho y además la ropa cuenta con unos descuentos del 30 y hasta el 40 por ciento".
"Además, desde hace diez años soy dueño de una copistería y tienda de cartuchos de impresora reciclados, que salen casi a mitad de precio. Como es lógico no me centro en mis actividades preferidas, sino que busco la rentabilidad del negocio en sí y en que puedo ofrecer al cliente en estos tiempos de crisis. Básicamente se trata de ofrecer productos de calidad al precio más ajustado que sea posible y en actividades no demasiado extendidas en Granada, que es una ciudad pequeña pero en la que hay de todo", apunta. También durante un tiempo Onofre regentó un gimnasio.
Al ex deportista se le ve ilusionado con los nuevos proyectos que está abordando, pero no puede dejar de mirar de reojo la crisis global y que también afecta a España: "No sé dónde va a ir a parar todo esto y confío por el bien de todos que se pueda superar cuanto antes", dice.
Por ahora, el ex jugador da trabajo a ocho personas y crea empleo, algo que tal y como está la situación, tiene su mérito.
