Por qué hemos decidido poner varios carteles en la furgoneta del trabajo con mensajes que llaman a la movilización ciudadana.
Hace 38 años emigré de Austria a España por circunstancias varias y porque creía, y aún creo, en la gente de aquí y sus posibilidades. Vivo en un pequeño pueblo y como muchos de mi generación, he salido adelante trabajando con las manos y con la cabeza al lado de mis compañeros. Ahora vemos cómo el fruto de este trabajo nos lo están robando de mil maneras entre políticos, dueños de bancos y grandes empresas que sólo buscan su propio interés. Este es el primer motivo por el que pusimos este cartel en la furgoneta de nuestra empresa. Va especialmente dirigido a todas esas personas que no votan ni se organizan con otros para ejercer sus derechos, por los motivos que sean, muchos comprensibles.
La política, en cierta forma, ha vuelto a ocupar el tiempo de nuestras sobremesas. Y es que hay cosas que no se entienden. Por ejemplo, cuando creamos una cooperativa o una sociedad de cualquier tipo, se nombra un gestor que si no cumple con su cometido, nos roba, engaña y estafa, lo mínimo es sustituirlo. Incluso enjuiciarlo y elegir a otro. En el caso de no encontrar a uno adecuado, tendremos que ocupar uno de nosotros el puesto, o colectivamente. Pues, en mi opinión, este esquema es aplicable a la política. Cada cierto tiempo nosotros decidimos quién gestiona gran parte de nuestra vida. Aunque deberíamos poder participar de más maneras, no podemos desperdiciar ésta. Mucha gente cree que no hay alternativa, al ver que todos los gobiernos nos han robado en mayor o menor medida. Pues yo creo que las cosas están cambiando y sí se están movilizando ciudadanos honrados en muchos sitios para mejorar las cosas para el común y no sólo para sí mismos. No voy a pedir aquí el voto para nadie en concreto, todos tenemos criterio para distinguir.
¿Pero cómo distinguir? Pues después de tantos años, hoy sólo veo dos tipos de ideologías: la de los que sólo miran por ellos mismos y su grupo de interés con el objetivo de acumular poder y riqueza, y los que quieren que las cosas sean transparentes para todos y en igualdad de condiciones. No es cierto que no se pueda hacer nada, como muchos se afanan en repetir. Quizás la primera piedra sea empujar partidos que establezcan mecanismos mediante los cuales las bases pueden controlar o destituir a los líderes, y que son transparentes en sus cuentas. Porque un partido así no da lugar a corruptos.
Si te parece que no hay ninguno en tu zona o en general, júntate con otros y cread uno, para algo eres ciudadano, y no súbdito o esclavo. Pero mira también en internet (en TV nunca los sacarán), pues hay mucha gente que se está moviendo. Protestamos cada día por un montón de cosas hablando con amigos o familia, pero podríamos también estar informándonos para elegir otras cosas, y si no nos gusta nadie, participar en un grupo donde puedas hacerte oír y que tu voz valga algo.
Hemos invertido mucho tiempo en intentar crear algo bueno para nosotros, nuestras familias y para dar oportunidades a quien las necesita, y ahora con mil falsos pretextos nos lo están quitando otra vez. Si nos conformamos, siempre lo pagaremos los mismos. Ellos nunca compartirán la riqueza o el poder contigo, así que piensa bien lo que haces con una de las mayores armas que aún tienes para cambiar las cosas, y no desperdicies o regales tu voto. Las cosas son tal y como una abuela le dijo una vez a una política: “que yo soy su jefa, porque si yo y unos cuantos no le votamos, usted se va a casa”.
Pero no se trata sólo de votar, también de hablar, de no quedarnos callados y organizarnos para que nos dejen vivir de acuerdo a nuestros principios. Si quieres una pegatina como ésta, escríbeme a terobanyestafan@gmail.com y te mando una, o crea la tuya propia.
Autor: Francisco (Cáceres)
http://www.lamarea.com/2013/10/28/ti-que-votas/
