El post de la Lucha Canaria
Publicado: Sab Feb 23, 2008 9:04 am
Desconozco si hay algún post abierto relacionado con la Lucha Canaria. No lo he encontrado. Me pareció oportuno abrir uno donde se viertan informaciones, opiniones, artículos, fotos, o simplemente comentar si nos gusta, si la seguimos, si la practicamos, cualquier cosa relacionada con uno de nuestros deportes vernáculos. Es un modo de divulgar y mantener viva una de nuestras más ilustres tradiciones. No la dejemos morir.
Quiero comenzar con una interesantísima entrevista a Alfredo Martín "El Palmero" (84 años) donde compara la lucha de antes con la de ahora.
alfredo martín "el Palmero" figura en la postguerra civil
"Ya no existe la lucha de mano al suelo, a la espalda y a tumbarse"
JORNADA, S/C Tenerife
Alfredo Martín "el Palmero" (Güímar, 1923) vive con ilusión de adolescente la fase final del torneo que lleva su nombre y en Los Llanos de Aridane, municipio donde reside y localidad donde conoció la lucha canaria en su infancia, adolescencia y primera juventud.
-¿Usted coincidió con Gonzalo García "el Pollo de El Escobonal", fallecido recientemente?
-Me suena que mi hermano Juan Primera lo enseñó a luchar.
-¿Qué recuerda de su niñez en Güímar?
-Muy poco porque con seis meses mis padres y mis hermanos volvieron para La Palma. Pero sí que luché un par de veces en el Torneo de San Pedro.
-Y ahora, ¿qué espera de la fiesta que se va a organizar en Los Llanos de Aridane este fin de semana con motivo del torneo que lleva su nombre?
-Bueno. No sé si será fiesta o no, porque todavía no hay pañuelos, je, je (ríe con ironía). Pero a mí no hace falta que me inviten. Siendo en Los Llanos tampoco tienen que hacerlo; voy al terrero y me siento como otro espectador. Ahora en serio, creo que el ayuntamiento está volcado con el torneo.
-¿Qué le parece que la Federación aproveche la ocasión para también tributarle un homenaje a sus sobrinos Juan y Miguel Primera?
-Me parece bien que se recuerde a personas que estuvieron en los terreros y que hacían las cosas bien. Yo siempre he dicho que los homenajes se deben hacer con la persona viva. Después de muerta, adiós amigo. No me gusta, porque no tienen sentido.
-¿Qué siente cuando ve una luchada de las de ahora?
-Me pongo nervioso. Dicen que todo ha cambiado y para mí la lucha canaria también ha variado bastante. Ya no existe la lucha de mano al suelo, a la espalda y a tumbar. Esto no se ve. Ahora es hacer fuerza, separarse y engordar la gente para luchar. Estoy asombrado porque tanta gordura en la lucha canaria no la había visto nunca. En mi época, un hombre que pesara 110 kilos era muy excepcional. El Faro de Maspalomas medía 2 metros y pico y pesaba 103 kilos; era delgado. También he visto fotografías del Pollo de Uga, y me lo decía Justo Mesa, que era otro hombre de cerca de 2 metros, pero flaco como una caña. Pero no sé lo que dan de comer hoy que engordan como cochinos, perdonando la palabra.
-¿Entiende la lucha actual desde el punto de vista del reglamento?
-Tampoco. Porque había un reglamento, que estaba vigente cuando yo empecé a luchar en Las Palmas, que para mí es el verdadero. Pero después se han metido señores que hacen las cosas por capricho y pasa lo que pasa.
-En su opinión, ¿cómo se debe proceder con las normas?
-Pues reuniendo a los luchadores viejos de todas las Islas para preguntarles y tomar nota de cómo se hacen las cosas para sacar un reglamento verdadero. Porque los de antes no van a decir que vale luchar sin llevar la mano a la espalda o que está permitido meter la cabeza o salir fuera del terrero. Eso no. Antiguamente no era así.
-¿Qué era lo esencial de ese reglamento que usted recuerda?
-Eran normas que permitían agarrar y luchar; si salías fuera del círculo, el árbitro nos separaba y volvíamos a agarrar en el centro. Si nos separábamos, no había amonestaciones. Pero ahora son todo faltas, amonestaciones a los dos luchadores y echados a la calle. Eso no existía, ni tampoco hacer trampas, meter la cabeza, ni separar el hombro. Todo eso a mí me cae mal. Hoy sólo hay un par de chiquitos que me gusta verlos porque emplean la lucha que yo conocí antes. Pero cuando yo veo a dos hombres que salen al terrero con 150 kilos cada uno, me pregunto ¿qué es lo que pueden hacer esos dos señores? Pues nada. Empujarse para un lado y para otro. Así opino yo. Y no estoy hablando en contra de nadie, porque a los luchadores los respeto mucho. Llevan algo puesto que también me fajé yo hace mucho tiempo, que es la ropa de lucha.
-¿Se ha quedado con los nombres de algunos de esos chicos que a usted le gustan para ponerlos como ejemplos?
-No. Porque yo voy a una lucha, veo que empiezan a empujar y me voy porque lo que estoy viendo no es lucha. No va en mí ver encuentros de esa forma. Sin embargo, lo de antes era dinamita; cuando dos hombres pegaban era arriba y abajo, como dos perros peleando, haciendo una mala comparación.
-¿Sigue el deporte por televisión?
-Hasta eso han quitado. La lucha la estaban dando los sábados por la noche. Pero, por lo visto, no la respetan y tampoco he visto a un político de aquí que defienda lo nuestro. Por eso estoy cabreado.
http://www.eldia.es/2008-02-23/jornada/jornada30.htm
Quiero comenzar con una interesantísima entrevista a Alfredo Martín "El Palmero" (84 años) donde compara la lucha de antes con la de ahora.
alfredo martín "el Palmero" figura en la postguerra civil
"Ya no existe la lucha de mano al suelo, a la espalda y a tumbarse"
JORNADA, S/C Tenerife
Alfredo Martín "el Palmero" (Güímar, 1923) vive con ilusión de adolescente la fase final del torneo que lleva su nombre y en Los Llanos de Aridane, municipio donde reside y localidad donde conoció la lucha canaria en su infancia, adolescencia y primera juventud.
-¿Usted coincidió con Gonzalo García "el Pollo de El Escobonal", fallecido recientemente?
-Me suena que mi hermano Juan Primera lo enseñó a luchar.
-¿Qué recuerda de su niñez en Güímar?
-Muy poco porque con seis meses mis padres y mis hermanos volvieron para La Palma. Pero sí que luché un par de veces en el Torneo de San Pedro.
-Y ahora, ¿qué espera de la fiesta que se va a organizar en Los Llanos de Aridane este fin de semana con motivo del torneo que lleva su nombre?
-Bueno. No sé si será fiesta o no, porque todavía no hay pañuelos, je, je (ríe con ironía). Pero a mí no hace falta que me inviten. Siendo en Los Llanos tampoco tienen que hacerlo; voy al terrero y me siento como otro espectador. Ahora en serio, creo que el ayuntamiento está volcado con el torneo.
-¿Qué le parece que la Federación aproveche la ocasión para también tributarle un homenaje a sus sobrinos Juan y Miguel Primera?
-Me parece bien que se recuerde a personas que estuvieron en los terreros y que hacían las cosas bien. Yo siempre he dicho que los homenajes se deben hacer con la persona viva. Después de muerta, adiós amigo. No me gusta, porque no tienen sentido.
-¿Qué siente cuando ve una luchada de las de ahora?
-Me pongo nervioso. Dicen que todo ha cambiado y para mí la lucha canaria también ha variado bastante. Ya no existe la lucha de mano al suelo, a la espalda y a tumbar. Esto no se ve. Ahora es hacer fuerza, separarse y engordar la gente para luchar. Estoy asombrado porque tanta gordura en la lucha canaria no la había visto nunca. En mi época, un hombre que pesara 110 kilos era muy excepcional. El Faro de Maspalomas medía 2 metros y pico y pesaba 103 kilos; era delgado. También he visto fotografías del Pollo de Uga, y me lo decía Justo Mesa, que era otro hombre de cerca de 2 metros, pero flaco como una caña. Pero no sé lo que dan de comer hoy que engordan como cochinos, perdonando la palabra.
-¿Entiende la lucha actual desde el punto de vista del reglamento?
-Tampoco. Porque había un reglamento, que estaba vigente cuando yo empecé a luchar en Las Palmas, que para mí es el verdadero. Pero después se han metido señores que hacen las cosas por capricho y pasa lo que pasa.
-En su opinión, ¿cómo se debe proceder con las normas?
-Pues reuniendo a los luchadores viejos de todas las Islas para preguntarles y tomar nota de cómo se hacen las cosas para sacar un reglamento verdadero. Porque los de antes no van a decir que vale luchar sin llevar la mano a la espalda o que está permitido meter la cabeza o salir fuera del terrero. Eso no. Antiguamente no era así.
-¿Qué era lo esencial de ese reglamento que usted recuerda?
-Eran normas que permitían agarrar y luchar; si salías fuera del círculo, el árbitro nos separaba y volvíamos a agarrar en el centro. Si nos separábamos, no había amonestaciones. Pero ahora son todo faltas, amonestaciones a los dos luchadores y echados a la calle. Eso no existía, ni tampoco hacer trampas, meter la cabeza, ni separar el hombro. Todo eso a mí me cae mal. Hoy sólo hay un par de chiquitos que me gusta verlos porque emplean la lucha que yo conocí antes. Pero cuando yo veo a dos hombres que salen al terrero con 150 kilos cada uno, me pregunto ¿qué es lo que pueden hacer esos dos señores? Pues nada. Empujarse para un lado y para otro. Así opino yo. Y no estoy hablando en contra de nadie, porque a los luchadores los respeto mucho. Llevan algo puesto que también me fajé yo hace mucho tiempo, que es la ropa de lucha.
-¿Se ha quedado con los nombres de algunos de esos chicos que a usted le gustan para ponerlos como ejemplos?
-No. Porque yo voy a una lucha, veo que empiezan a empujar y me voy porque lo que estoy viendo no es lucha. No va en mí ver encuentros de esa forma. Sin embargo, lo de antes era dinamita; cuando dos hombres pegaban era arriba y abajo, como dos perros peleando, haciendo una mala comparación.
-¿Sigue el deporte por televisión?
-Hasta eso han quitado. La lucha la estaban dando los sábados por la noche. Pero, por lo visto, no la respetan y tampoco he visto a un político de aquí que defienda lo nuestro. Por eso estoy cabreado.
http://www.eldia.es/2008-02-23/jornada/jornada30.htm