Publicado: Mar Abr 05, 2011 4:15 pm
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¿debutó con Juan Manuel en la UD y el Arguineguín?EL CANARIO HABLÓ SOBRE SU CONTINUIDAD EN EL DEPORTIVO
Valerón: "Si uno quiere seguir jugando tiene que demostrarlo en el campo"
"Si consideran que puedo seguir ayudando en el campo para mí sería una gran ilusión y si no fuese así estaría encantado de ayudar al equipo desde otra posición", dijo el jugador canario.Juan Carlos Valerón expresó su deseo de continuar la próxima temporada en los terrenos de juego, aunque advirtió de que depende de su rendimiento en el campo y de la decisión que adopten el cuerpo técnico que esté al frente del equipo y el presidente, Augusto César Lendoiro.
"Es una situación que no me gusta forzar mucho. Me gusta que surjan las cosas. Si uno quiere seguir jugando tiene que demostrarlo (en el campo). Si consideran que puedo seguir ayudando en el campo para mí sería una gran ilusión y si no fuese así estaría encantado de ayudar al equipo desde otra posición", manifestó en su comparecencia ante los medios.
"Me encuentro bien, pero una cosa es que digas que te sientes bien y otra que lo puedas plasmar en el campo"
Valerón prolongó la temporada pasada su contrato con el Deportivo este curso y cuatro más y en junio debe decidir si continúa en el terreno de juego o se convierte en asesor de Lendoiro. "Me encuentro bien, pero una cosa es que digas que te sientes bien y otra que lo puedas plasmar en el campo. He intentado no hablar demasiado sobre ese tema, prefiero hacerlo en el campo, que es donde debo demostrar que puedo ayudar al equipo. Ese es mi objetivo", apuntó el canario.
En los tres últimos partidos ha tenido el protagonismo del que no ha gozado el resto de la temporada. Fue revulsivo ante el Mallorca (2-1) y titular ante el Málaga (0-0) y el Racing de Santander (2-0). "Ha habido momentos de la temporada en los que te ves un poquito más fuera, pero como le pasa a otros compañeros, y otros momentos en los que me he visto con más presencia. Ahora es uno de estos últimos y hay que disfrutarlo", apuntó el jugador.
Valerón estira su magia una temporada más
El centrocampista canario continuará otro año en la plantilla del equipo coruñés
Redacción digital | EFE | 3/5/2011
Juan Carlos Valerón seguirá siendo el buque insignia del Deportivo de La Coruña en la temporada 2011/2012. El jugador canario ha anunciado que extenderá su contrato por un año más, en una rueda de prensa convocada por el presidente del club.
«Dejamos la puerta abierta a un año más en el campo y se ha abierto casi totalmente. Me veo con una fuerza para seguir aportando y espero que los demás me vean también así», dijo el canario, que se siente «muy comprometido e identificado» con el club, que ahora se debate entre la permanencia y el descenso.
«Estamos viviendo situaciones complicadas, pero la familia deportivista está unida y la afición nos está ayudando mucho a la plantilla, nos da fuerza para afrontar estos momentos y estamos muy agradecidos», agregó. Valerón es consciente de que el Deportivo tiene por delante «partidos vitales para el futuro» del equipo y señaló que la plantilla está «muy confiada de que las cosas salgan bien».
Valerón, de 35 años, meditaba su retirada del fútbol y su incorporación al organigrama directivo del Deportivo como asesor de Lendoiro. Finalmente, el grancanario seguirá vestido de corto. Tras una temporada de escasa participación, Valerón ha recuperado la titularidad en el tramo decisivo de la Liga y encadena tres partidos completos, jugando 90 minutos.
«Es una situación que no me gusta forzar mucho. Me gusta que surjan las cosas. Si uno quiere seguir jugando tiene que demostrarlo en el campo. Si consideran que puedo seguir ayudando en el campo, para mí sería una gran ilusión, pero, si no fuese así, estaría encantado de ayudar desde otra posición», manifestó a finales de abril. El canario había prolongado su contrato por este curso y cuatro más, pero año a año debe decidir si continúa como futbolista en activo o si asume otro tipo de funciones en el club, lejos de los terrenos de juego. «Me encuentro bien, pero una cosa es que digas que te sientes bien y otra que lo puedas plasmar en el campo. He intentado no hablar demasiado sobre ese tema, prefiero hacerlo en el campo, que es donde debo demostrar que puedo ayudar al equipo. Ese es mi objetivo», apuntó.
Discrepo, Zidane el Valerón francés.sertrual escribió:Valerón, el Zidane español
AMALIO MORATALLA 23/05/11 - 16:49.
Hablo de clase, de estilo de vida y de manera de entender el fútbol. Y no exagero ni un milímetro. Este hombre es un ejemplo, un tipo que me hace sentir las mismas vibraciones que cuando presenciaba los últimos partidos del francés: ¡No quería que pasara el tiempo! Su concepto de fútbol es equiparable -como diría mi amigo Paco García Caridad- a los quilates del juego de Zinedine. Su modestia, su eficacia y su facilidad para inventar dentro del césped, los aproxima tanto, que es justo reconocer al canario un puesto entre los privilegiados. Cerca del que para mí es el quinto mejor jugador de la historia: Zinedine Zidane.
Siempre me he preguntado que hubiera sido de Valerón si, en lugar de ir de equipo en equipo (Las Palmas, Mallorca, Atlético, Deportivo), hubiera echado raíces en un grande, grande, grande. La contestación, después de mucho meditarla, es una sola: hubiera hecho a ese equipo aún más grande. Con su talento, su talante y su carisma, rodeado además de muchas estrellas, hubiera sido una gozada.
Un jugón, jugón. Pequeño, con pinta de débil y sin aspecto de futbolista, pero abriéndose camino ante la admiración del respetable que siempre supo esperar pacientemente sus genialidades partido a partido. El sábado, pese a la derrota, volvió a dar ejemplo. Asumió la responsabilidad del juego, del balón y del descenso. Peleó (pese a sus 35 ‘tacos’) como un chaval. De sus botas salieron los pases más peligrosos, las acciones más incisivas y, tras el pitido final, aguantó sobre el campo el chaparrón de la prensa, de las cámaras, de las miradas y de su afición. Se quedó en el rectángulo de juego, regaló su camiseta y le faltó tiempo para transmitir la ilusión del ascenso en menos de un año.
El 17 de junio cumplirá 36 años, le restan cuatro más de contrato –gentileza de Lendoiro a una estrella que ha escrito páginas muy importantes del ‘Superdepor’- y, aunque sea en Segunda, se va a seguir dejando la piel. Probablemente sea su última temporada en activo –las otras tres las cumplirá en los despachos-, pero no se irá tranquilo si no devuelve al Deportivo a Primera: ‘Donde se merece’, como dijo nada más perder el sábado ante el Valencia.
Casi 50 veces internacional, cuatro colores en el corazón (amarillo, rojo, rojiblanco y blanquiazul), ascensos, descensos, títulos, lesiones –un ligamento cruzado que le retiró dos años-, y muchos amigos en el mundo del fútbol y en el del deporte. Ni una mala palabra, ni una mala acción, ni un pitido, ni una patada a un colega,… Un ejemplo. Reclamo un video de su fútbol para las escuelas de niños. Este tipo no se nos puede ir del fútbol como uno más. Hay que blindarlo, hay que mimarlo, hay que quererlo y no permitir que deje nunca de estar en contacto con los futbolistas en formación.
Ahora, su reto es el ascenso y después, no puede ser de otra manera, Juan Carlos Valerón debe seguir. El ‘viejo zorro’ Lendoiro ya lo ha amarrado, pero este hombre se merece el reconocimiento nacional. Más que nunca, en un momento social de ausencia de valores, hay que ensalzar la actitud permanente de este hombre, de este futbolista, de este buen tipo. Un genio que aún tenemos la posibilidad de disfrutar. Jugará en Segunda, pero su fútbol siempre será de Primera. Saboreemos su temporada como si fuera un genio que pinta su último cuadro: acción a acción, pase a pase, gol a gol,… Valerón, serás algo irrepetible.
El flaco de todos
Soy un mendigo del fútbol y voy sombrero en mano suplicando: “una linda jugadita” por los campos sin importarme el equipo que juega decía el escritor Eduardo Galeano. Una forma de vida que compartimos otros muchos aficionados a este lindo deporte. Aficionados que necesitamos del futbolista creativo que se sale del libreto y te mete el gozo en el cuerpo con una genialidad. Juan Carlos Valerón es de ese escaso ramillete que aún reivindica el placer de jugar. El canario posiblemente no sea tan veloz ni tenga tanta fuerza como muchos entrenadores demandan actualmente como si fueran la velocidad y la potencia sinónimos de fútbol.
Valerón es otra cosa. Se sale de los márgenes, no es explosivo ni raudo, pero atesora tanta osadía y fantasía como pocos. Da igual la edad, no hay jugadores viejos o jóvenes, hay jugadores malos o buenos, decía Santiago Bernabéu. El mediapunta deportivista es magia, un libro abierto de lo que es el fútbol auténtico. Quizás le haya perjudicado su cara de buena gente, su inseparable sonrisa o su nacionalidad, no lo sé. Muchos dicen que no ha jugado en un gran club. Mentira despiadada. Valerón junto a otros ilustres del equipo gallego como Mauro Silva, Fran, Donato, Tristán crearon fantasías al mundo entero e hicieron grande al Deportivo de la Coruña.
El descenso del equipo coruñés me trae al recuerdo pases imposibles como en el Olímpico de Múnich a Makaay o a Diego Tristán ante el Manchester United, goles que aún tengo en la retina como el de Highbury ante el Arsenal de Henry, millones de recuerdos imborrables: tacones y regates prodigiosos, el Centenariazo o su fantástico Mundial de Corea y Japón. Y es que mi mejor amigo en la infancia era del Depor, del SuperDepor, de padre haitiano y mulato le entusiasmaban los brasileños. Tan poca cosa los humanos, que al final somos de los que nos parecemos. Y puede que por eso a mí me queden tantas imágenes en la memoria de su equipo.
No creo que sea al único. Mi generación, la que por fin ha decidido salir a la calle a reclamar lo que es suyo, ha inhalado mucho deportivismo. Han sido 20 años en Primera. Los mismos que tiene un servidor, y no se nos olvidarán jamás. Disfruté mucho de pequeño con Valerón y todavía hoy era de los pocos que hacía que volviera a ser ese niño travieso que comía bollicaos a escondidas. Siempre lo guardaremos en nuestra memoria como un tesoro, porque si eres del fútbol, tienes que ser de Valerón.
Se merecía un pequeño tributo por tantos homenajes al fútbol que nos ha brindado. Puede que el Flaco no aparezca entre los mejores de este tiempo en los libros de historia, pero sea en Primera o en Segunda, Juan Carlos Valerón nos pertenece a cada uno de nosotros. Tras el término del encuentro, la afición del Deportivo no recriminó nada, no se fue nadie de Riazor, han sido muchos años de disfrute, ojalá sea sólo un año en el infierno. Valerón lo ha prometido: “Vamos a devolver al equipo donde se merece”. Palabra del Flaco de todos.
Por Alfonso Loaiza
Suscribo todo lo que dice, Valeron, el mas grande.sertrual escribió:El flaco de todos
Soy un mendigo del fútbol y voy sombrero en mano suplicando: “una linda jugadita” por los campos sin importarme el equipo que juega decía el escritor Eduardo Galeano. Una forma de vida que compartimos otros muchos aficionados a este lindo deporte. Aficionados que necesitamos del futbolista creativo que se sale del libreto y te mete el gozo en el cuerpo con una genialidad. Juan Carlos Valerón es de ese escaso ramillete que aún reivindica el placer de jugar. El canario posiblemente no sea tan veloz ni tenga tanta fuerza como muchos entrenadores demandan actualmente como si fueran la velocidad y la potencia sinónimos de fútbol.
Valerón es otra cosa. Se sale de los márgenes, no es explosivo ni raudo, pero atesora tanta osadía y fantasía como pocos. Da igual la edad, no hay jugadores viejos o jóvenes, hay jugadores malos o buenos, decía Santiago Bernabéu. El mediapunta deportivista es magia, un libro abierto de lo que es el fútbol auténtico. Quizás le haya perjudicado su cara de buena gente, su inseparable sonrisa o su nacionalidad, no lo sé. Muchos dicen que no ha jugado en un gran club. Mentira despiadada. Valerón junto a otros ilustres del equipo gallego como Mauro Silva, Fran, Donato, Tristán crearon fantasías al mundo entero e hicieron grande al Deportivo de la Coruña.
El descenso del equipo coruñés me trae al recuerdo pases imposibles como en el Olímpico de Múnich a Makaay o a Diego Tristán ante el Manchester United, goles que aún tengo en la retina como el de Highbury ante el Arsenal de Henry, millones de recuerdos imborrables: tacones y regates prodigiosos, el Centenariazo o su fantástico Mundial de Corea y Japón. Y es que mi mejor amigo en la infancia era del Depor, del SuperDepor, de padre haitiano y mulato le entusiasmaban los brasileños. Tan poca cosa los humanos, que al final somos de los que nos parecemos. Y puede que por eso a mí me queden tantas imágenes en la memoria de su equipo.
No creo que sea al único. Mi generación, la que por fin ha decidido salir a la calle a reclamar lo que es suyo, ha inhalado mucho deportivismo. Han sido 20 años en Primera. Los mismos que tiene un servidor, y no se nos olvidarán jamás. Disfruté mucho de pequeño con Valerón y todavía hoy era de los pocos que hacía que volviera a ser ese niño travieso que comía bollicaos a escondidas. Siempre lo guardaremos en nuestra memoria como un tesoro, porque si eres del fútbol, tienes que ser de Valerón.
Se merecía un pequeño tributo por tantos homenajes al fútbol que nos ha brindado. Puede que el Flaco no aparezca entre los mejores de este tiempo en los libros de historia, pero sea en Primera o en Segunda, Juan Carlos Valerón nos pertenece a cada uno de nosotros. Tras el término del encuentro, la afición del Deportivo no recriminó nada, no se fue nadie de Riazor, han sido muchos años de disfrute, ojalá sea sólo un año en el infierno. Valerón lo ha prometido: “Vamos a devolver al equipo donde se merece”. Palabra del Flaco de todos.
Por Alfonso Loaiza