Publicado: Lun May 10, 2010 12:37 am
Los detalles de Valerón
Miguel Piñeiro - 9 de Mayo de 2010 a las 10:41h
El Dépor tardó 12 jornadas en reencontrarse con la victoria. El juego lo sigue buscando. Por ahora, se conforma con estar más vivo, más intenso, levantando los brazos que habían caído hace tiempo. Dio síntomas leves en los últimos partidos, y acabó por resucitar ante el Mallorca, que perdonó una gran primera parte para acabar cediendo en Riazor.
Cedió porque Valerón encontró su, al menos, cuarta conexión de gol con Riki en los últimos dos partidos. Con cincuenta por ciento de éxito por parte del delantero. Valerón ha sido titular en los dos últimos encuentros y ha dejado unos detalles tan rutilantes que dan argumentos a quienes atizan a Lotina por haber usado al genio de Arguineguín menos de lo esperado. Los pases que Valerón encontró en el Reyno de Navarra (sobre todo aquel de la segunda parte, picado por encima de la defensa, sin haber controlado el balón, posado de manera milimétrica al pie de Riki) y el que le dio el sábado a Riki están al alcance de muy pocos.
No deja de ser sorprendente que, en un final de temporada que parece haberse convertido en una Operación Triunfo de canteranos, un viejo roquero (si es que el tópico se puede aplicar a alguien tan alejado del rock como Valerón) de casi 35 años tenga ese impacto. Sin duda, en algunos foros las últimas actuaciones del Flaco reabrirán el debate sobre su papel la próxima temporada. Yo soy de los muy escépticos. El Dépor es un equipo que, como demostró en el segundo tramo de la Liga, precisa de una intensidad muy alta para ser competitivo, y Valerón, tras sus gravísimas lesiones y con su edad, es un jugador frágil de fortaleza y justo de fuelle. Pero claro, estamos hablando de un tipo que deja a tu mejor delantero cuatro veces solo delante del portero en los últimos dos partidos.
Lotina volverá a enfrentar esa duda el próximo verano. Mientras, yo me quedo con otra reflexión. Con todo lo que ha sido, su bagaje en Liga y en la Champions, uno piensa que Valerón eclosionó unos años tarde. Ahora, la generación encabezada por Xavi ha elevado sobremanera la categoría del media punta talentoso, débil físicamente pero capaz de encontrar el pase imposible, que galvaniza el juego de un equipo a través de la asociaciones en corto y con el toque de balón como argumento. Valerón tuvo que aguantar durante el momento de su mayor esplendor el estigma de blando, soportó las chanzas por su voz aflautada, sonrió como siempre hace a quienes apuntaban a sus hombros caídos para exigirle una cita con el gimnasio.
Hoy, nadie acusaría de blandito ni de falta de carácter a Iniesta, a Silva o a jugadores de una dimensión inferior a Valerón como Cazorla o Mata. Ahora, las mediapuntas son la esencia de la selección española. Porque importa meramente el juego. Valerón, al que nadie supo encontrarle su sitio en la Roja, sería, en el panorama actual, capitán general. Pero eso es fútbol ficción. Como pensar qué hubiera sido de la temporada del Dépor con mayor presencia del Flaco.
Miguel Piñeiro - 9 de Mayo de 2010 a las 10:41h
El Dépor tardó 12 jornadas en reencontrarse con la victoria. El juego lo sigue buscando. Por ahora, se conforma con estar más vivo, más intenso, levantando los brazos que habían caído hace tiempo. Dio síntomas leves en los últimos partidos, y acabó por resucitar ante el Mallorca, que perdonó una gran primera parte para acabar cediendo en Riazor.
Cedió porque Valerón encontró su, al menos, cuarta conexión de gol con Riki en los últimos dos partidos. Con cincuenta por ciento de éxito por parte del delantero. Valerón ha sido titular en los dos últimos encuentros y ha dejado unos detalles tan rutilantes que dan argumentos a quienes atizan a Lotina por haber usado al genio de Arguineguín menos de lo esperado. Los pases que Valerón encontró en el Reyno de Navarra (sobre todo aquel de la segunda parte, picado por encima de la defensa, sin haber controlado el balón, posado de manera milimétrica al pie de Riki) y el que le dio el sábado a Riki están al alcance de muy pocos.
No deja de ser sorprendente que, en un final de temporada que parece haberse convertido en una Operación Triunfo de canteranos, un viejo roquero (si es que el tópico se puede aplicar a alguien tan alejado del rock como Valerón) de casi 35 años tenga ese impacto. Sin duda, en algunos foros las últimas actuaciones del Flaco reabrirán el debate sobre su papel la próxima temporada. Yo soy de los muy escépticos. El Dépor es un equipo que, como demostró en el segundo tramo de la Liga, precisa de una intensidad muy alta para ser competitivo, y Valerón, tras sus gravísimas lesiones y con su edad, es un jugador frágil de fortaleza y justo de fuelle. Pero claro, estamos hablando de un tipo que deja a tu mejor delantero cuatro veces solo delante del portero en los últimos dos partidos.
Lotina volverá a enfrentar esa duda el próximo verano. Mientras, yo me quedo con otra reflexión. Con todo lo que ha sido, su bagaje en Liga y en la Champions, uno piensa que Valerón eclosionó unos años tarde. Ahora, la generación encabezada por Xavi ha elevado sobremanera la categoría del media punta talentoso, débil físicamente pero capaz de encontrar el pase imposible, que galvaniza el juego de un equipo a través de la asociaciones en corto y con el toque de balón como argumento. Valerón tuvo que aguantar durante el momento de su mayor esplendor el estigma de blando, soportó las chanzas por su voz aflautada, sonrió como siempre hace a quienes apuntaban a sus hombros caídos para exigirle una cita con el gimnasio.
Hoy, nadie acusaría de blandito ni de falta de carácter a Iniesta, a Silva o a jugadores de una dimensión inferior a Valerón como Cazorla o Mata. Ahora, las mediapuntas son la esencia de la selección española. Porque importa meramente el juego. Valerón, al que nadie supo encontrarle su sitio en la Roja, sería, en el panorama actual, capitán general. Pero eso es fútbol ficción. Como pensar qué hubiera sido de la temporada del Dépor con mayor presencia del Flaco.